
La tortuga Archelon , una de las criaturas más fascinantes y gigantescas que jamás haya habitado los océanos, fue un reptil marino que vivió durante el período Cretácico Superior , hace aproximadamente 80 a 66 millones de años. Este imponente animal es considerado como la mayor tortuga marina que ha existido, dejando en segundo plano incluso a las especies actuales por su tamaño descomunal.
Época y Hábitat
El Archelon se desarrolló en los últimos tiempos de la Era Mesozoica, precisamente durante el Cretácico tardío , cuando los dinosaurios aún dominaban la Tierra. Su hábitat principal era el océano interior occidental , una gran masa de agua poco profunda que dividía lo que hoy es Norteamérica en dos partes durante este periodo geológico. Se cree que también habitó en otras regiones del mundo, incluyendo Europa, donde han sido encontrados algunos restos fósiles relacionados con esta especie.
Características Físicas
El Archelon era una tortuga de proporciones colosales. Los ejemplares más grandes alcanzaron una longitud de hasta 4,5 metros (15 pies) de largo y tenían un peso estimado de alrededor de 2,200 kilogramos (4,900 libras) .

A diferencia de las tortugas modernas, el caparazón del Archelon no era completamente sólido, sino compuesto por huesos separados por espacios, lo que le daba cierta flexibilidad sin sacrificar protección 5. Además, poseía un característico morro prominente que sobresalía por encima de su mandíbula inferior, un rasgo distintivo del género y probablemente útil para desgarrar presas o defenderse 5.
Sus extremidades estaban adaptadas para nadar eficientemente, con forma de aletas similares a las de las tortugas marinas actuales. Sin embargo, a pesar de su tamaño, el Archelon no tenía un caparazón completo, lo que sugiere que posiblemente tuvo cierta movilidad en sus primeros estadios de vida y menos vulnerabilidad al ataque de depredadores mayores.
Alimentación
El Archelon era un animal carnívoro , alimentándose principalmente de organismos blandos como pulpos, medusas, calamares y otros invertebrados marinos . Sus fuertes mandíbulas y paladar grueso le permitían morder y triturar tejidos resistentes, ayudándole a aprovechar una amplia variedad de presas en los ecosistemas marinos del Cretácico 5. Debido a su tamaño, probablemente no tenía necesidad de competir con otros depredadores menores y podía acceder a recursos alimenticios únicos.
Reproducción
Aunque no se tiene información directa sobre la reproducción del Archelon, los científicos comparan su estilo de vida con el de las tortugas marinas modernas. Es muy probable que las hembras ascendieran a playas abiertas y arenosas para excavar nidos y depositar sus huevos, tal como hacen las tortugas actuales. Sin embargo, dado que no había un caparazón completo ni patas reforzadas, es posible que estas tortugas gigantes hayan enfrentado mayores riesgos al momento de desovar en tierra, especialmente frente a depredadores terrestres como los dinosaurios cercanos a la costa 1.
Depredadores
En los vastos mares del Cretácico, el Archelon no estaba libre de amenazas. Las principales amenazas para esta tortuga provendrían de grandes depredadores marinos , tales como:
- Mosasauros : Lagartos marinos gigantes que dominaban los océanos y eran uno de los depredadores máximos de la época.
- Tiburones prehistóricos : Como el Cretoxyrhina , conocido como “tiburón tigre del Cretácico”, que podría haber cazado a jóvenes o individuos heridos de Archelon.
- Pliosaurios y ictiosaurios : Otros reptiles marinos que coexistieron con él.
Es posible que los adultos más grandes de Archelon hayan tenido pocos depredadores naturales debido a su tamaño y resistencia, pero los juveniles habrían sido presa fácil para estos depredadores marinos 14.
Extinción

Al igual que todos los dinosaurios no aviares y muchos otros grupos de animales marinos, el Archelon desapareció durante el evento de extinción masiva del límite Cretácico-Paleógeno , hace unos 66 millones de años . Esta extinción, causada probablemente por el impacto de un asteroide y una intensa actividad volcánica, provocó cambios catastróficos en el clima y los ecosistemas marinos, llevando a la desaparición de muchas formas de vida, incluyendo esta tortuga gigante 2.
Descubrimientos y Estudios Recientes

Los primeros fósiles de Archelon fueron descubiertos a finales del siglo XIX en Dakota del Sur, Estados Unidos, lo que marcó el inicio del estudio de esta especie. Uno de los hallazgos más notables fue el de un espécimen casi completo denominado “Archelon ischyros”, cuyo esqueleto conservado ha sido fundamental para entender la anatomía de esta tortuga.
Más recientemente, en 2022, se reportaron hallazgos en Europa relacionados con una antigua tortuga marina gigante que posiblemente tenga parentesco con el Archelon. Si bien no supera en tamaño al Archelon original, este descubrimiento abre nuevas puertas al entendimiento de cómo evolucionaron y se dispersaron estos gigantescos quelonios en diferentes partes del mundo 4.
Legado y Protección Actual
Aunque el Archelon está extinto, su nombre vive en la actualidad gracias a una organización dedicada a la conservación de tortugas marinas en Grecia llamada ARCHELON – The Sea Turtle Protection Society of Greece . Esta institución trabaja activamente en la protección de las tortugas marinas modernas, como la tortuga boba (Caretta caretta ), mediante acciones de rescate, rehabilitación y monitoreo de zonas de anidación 67.
Entre algunas de sus actividades se encuentran:
- Rehabilitación de tortugas heridas.
- Monitoreo de playas para garantizar el éxito de anidación.
- Reducción de la contaminación lumínica en zonas costeras, ya que puede confundir a las crías al eclosionar 8.
Estos esfuerzos reflejan cómo el legado del Archelon trasciende desde lo paleontológico hacia la conciencia ambiental actual.
Conclusión
El Archelon simboliza la grandeza que la evolución pudo lograr en los ecosistemas marinos del pasado. Con su tamaño impresionante, su dieta carnívora y su lucha constante contra depredadores feroces, esta tortuga representa un hito en la historia natural de la Tierra. Aunque desapareció hace millones de años, su estudio continúa brindándonos valiosa información sobre la vida en los antiguos mares y nos inspira a proteger a sus descendientes modernos.